Si te hemos llevado a dormir en un faro, en un árbol o en el lugar más remoto del mundo, no podía faltar la experiencia de viajar y dormir en el lugar más inhóspito del mundo: Dallol, en la región de Arfar en Etiopía.
Dallol, ¡Bienvenidos al infierno!
Dallol es un infierno (al estilo de la Biblia), esto es:
- el lugar más cruel de la Tierra.
No te extrañara esto si te contamos que es un «megacrater» volcánico por debajo del nivel del mar, situado en la depresión del Danakil, la parte final del Valle del Rif con algunas características propias:
- temperatura máxima: 50º C en Junio
- el lugar más caliente del mundo
- PH más acido que el clorhídrico
- Elementos químicos en concentraciones venenosas
- Existe una polémica sobre si existe vida o no en forma de nanobacterias
- uno de los lugares más profundos de la corteza terrestre
Se trata de una zona de creación de corteza, producida por la interacción de tres placas tectónicas ( africana, árabe y somalí) que produce una depresión de 124 metros por debajo del nivel del mar. Esto convierte a la región en una caldera u olla por un estrechamiento en la corteza terrestre: tienes un volcán (bolo magmático) a menos de diez kilómetros de la superficie con vías de acceso del agua que disuelve y arrastra todas las sales que encuentra a su paso:
Llegar al «lugar más cruel» de la Tierra
El Danakil es un desierto de Etiopía, conocido por su extremo calor, su belleza y su carácter inhóspito. Estamos en el Cuerno de África, muy cerca del Mar Rojo.
En esta zona vive el pueblo afar, pueblo nómada, conocido por su capacidad de soportar dichos calores intensos. Se trata de 130.000 personas que viajan todos los días de 15 a 20 kilómetros, recogiendo leña y agua, y se dedican a la extracción de la sal, que cortan a mano en lingotes y transportan en impresionantes caravanas de camellos.
Por cierto si hablamos de los Afar, entre los exploradores europeos del desierto no tenían buena fama, ya que su trofeo preferido eran los testículos de los «extranjeros» que se atrevían a cruzar por sus territorios. El primer europeo en conseguirlo fue Mariano Nesbitt, en 1928 con una caravana de camellos, mulas e incluso un espía de Mussolini. Una historia increíble para otro artículo.
Aparte de los Afar, en este infierno puedes encontrar asnos salvajes (en peligro de extinción) y unos curiosos escorpiones, que sólo se ven en la noche con una luz especial fluorescente.
Podemos llegar desde Etiopía (volando a Addis Abeba) o desde Yibuti. Nosotros proponemos volar a Addis Abeba en Etiopía. Comentaros que gran parte de los viajeros que eligen acercarse al Danakil desde Etiopía utilizan los servicios de la agencia Ethiopian Travel Tours (ETT), que ofrece tours de 3 días y dos noches por 300 Euros aproximadamente.
Desde Addis Abeba haya que tomar un vuelo a Mekele, capital de Tigray, la provincia más pobre de Etiopía aunque Mekele es uno de los principales centros económicos y universitarios del país. Será la última ciudad que veremos antes de entrar al «infierno». Dormiremos allí para al día siguiente emprender viaje hacia Dallol.
Hay que hacer acopio de gasolina, víveres y sobre todo agua y se viaja en convoy de varios vehículos por seguridad. Vamos a un mundo incomunicado (no hay cobertura de móvil, salvo que sea satélite), hostil y despiadado, ¡bienvenidos a la incertidumbre!
Durante el camino se atraviesan aldeas, bosques de mimosas o aislados arboles dragón que podrás fotografiar aparte de las caravanas de los afar, para al final del día llegar a Hamedela (Ahmed Ale), desde donde a la mañana siguiente podrás visitar el volcán de Dallol.
Por cierto dormirás al raso, sobre unas estructuras de madera o camastros, ya ves que nada es convencional en el Danakil.
Dallol, «disolución o desintegración»
Ese es el significado en la lengua de los afar de esta zona, que recuerda a las fuentes termales del Parque Yellowstone y donde predominan estanques verdes y ácidos, sal, azufre y óxido de hierro.
Para llegar, salimos en caravana desde Hamedela, y atravesaremos el salar o lago salado de Danakil, una experiencia inquietante, donde nuestros vehículos disminuirán su velocidad y además nos acercaremos a la frontera de Eritrea para a primera hora de la tarde llegar a Dallol. Allí tendremos dos horas para disfrutar y fotografiar absolutamente todo antes de regresar.
Estamos en Dallol, el volcán en superficie a más baja altitud del mundo, cuyo cráter actual se formó durante la última erupción en 1926. Aquí la tierra hierve, es un paisaje surrealista llenos de manantiales sulfurosos de todos los colores, un espacio tórrido, indescriptible y único: es el único sitio del planeta completamente estéril o sin vida cómo hemos comentado.
Irás pisando sobre la sal, que se rompe al pasar, lo ideal es subir a los puntos más elevados para divisar los cráteres, manantiales, incluso fumarolas, un infierno de color verde, azul y amarillo intenso donde lo que parece agua es ácido sulfúrico, junto a óxido de hierro, azufre y sal, el medio de vida de los Afar que la extraen y cortan en lingotes de 6Kg, con las mismas herramientas que hace 100 años.
Se trata de además de un territorio delicado al que no se puede viajar por libre sino en tour organizado, vigilado por militares, ya que alguna vez los eritreos hacen alguna incursión, y ello conlleva problemas.
¿Te gustan los volcanes?
Si bien el Dallol es el volcán más llamativo, muchas expediciones al desierto de Danakil visitan también el Erta Ale (montaña humeante), de 613 metros sobre el nivel del mar. Supone desplazarse 100 km hacia el sur, y atravesar el desierto y el lago Asale, donde los Afar extraen la sal, descalzos y la tallan. El campamento base suele estar en Dodom, allí nos esperan los camellos con los que al caer la noche se realiza el ascenso al volcán. La subida de ocho kilometros dura unas 3 horas por un sendero suave que lleva hasta la caldera, donde asistiremos al espectáculo de unos de los tres lagos de lava activos en el mundo.
Por cierto a los afares no les gusta el volcán por la creencia de que en ese lugar habitan espíritus malignos que se pasean en caballo….
Una vez arriba, toca acampar toda la noche para disfrutar del espectáculo en la oscuridad de la lava incandescente ascendiendo. El lago se alimenta de las corrientes que ascienden de las entrañas del volcán, el magma sube a la superficie, se enfría y vuelve a bajar e incluso desborda por alguna de las faldas del volcán.
Si alguna vez visitas este volcán, no hay vallas ni prohibiciones, así que puedes acercarte a su lago de lava tanto como quieras, por lo que debes ser cuidadoso, hay quien baja por las coladas secas hacia abajo…así que te recomendamos tener precaución y disfrutar de las luces, fuentes de vapores y sonidos inquietantes sin arriesgar tu vida.
Significado
Cada uno extraerá donde está el significado se encuentra en una propuesta así, pero asistir a esas caravanas de sal, acercarse a la que ha sido una de las tribus más hostiles de la tierra, recorrer un territorio al que no suelen ir más de 1.000 viajeros en el mundo, en definitiva contemplar el infierno en la tierra, el sitio más inhóspito de nuestro planeta, como hemos dicho sin vida en la zona del Dallol es algo que sobrecoge, inquieta, atrae y conquista quizás porque nos conecta a nuestro pasado de supervivencia, soledad, nomadismo e incertidumbre y regresar de un sitio así, sin duda te marcará para el resto de tu vida.