El Big-Ben, London Eye, Trafalgar Square… Londres es uno de los destinos turísticos más consolidados a nivel mundial, y no contento con eso ha decidido dar un paso más allá como emodestination generador de emociones y experiencias únicas y memorables.
Emoturismo en estado puro
Sobre las míticas aguas del Támesis se elevará un imponente jardín que cruzará de un extremo al otro del río. Una inversión que no pasa desapercibida (180 millones de €) dará comienzo a la construcción de este nuevo reclamo turístico que está previsto terminar a finales del año 2018, cuando lo podremos disfrutar en todo su esplendor. Bajo el nombre de Garden Bridge, este jardín flotante promete ser emoturismo en estado puro.
Desde la estación South Bank a la estación Temple, este nuevo puente ajardinado se suma al paisaje de una de las grandes capitales del turismo, cruzando los 370 metros de anchura del río Támesis y soportando el peso de más de 270 árboles y plantas, además de los viandantes. Todo un desafío que corre a cargo del arquitecto Thomas Heatherwick, quien también diseñó el pebetero de los Juegos Olímpicos de 2012, y el reconocido paisajista Dan Pearson.
Inspirado en la película Titanic, este puente-jardín hace un guiño al turismo cinematográfico
El que ya es uno de los proyectos turísticos más ambiciosos a los que se ha enfrentado la ciudad de Londres hasta ahora, hace también un guiño al turismo cinematográfico, ya que el puente tendrá miradores inspirados en la icónica escena de la película “Titanic”. En este sentido, Thomas Heatherwick se ha inspirado en la mítica escena en la que Leonardo DiCaprio lleva a Kate Winslet a la proa del barco y grita “¡Soy el rey del mundo!” colocando diversos balcones que incitarán a las parejas a recrear uno de los momentos más románticos de la historia del cine.
Actualmente, Londres ya cuenta con 34 puentes cruzando el río Támesis, de tal forma que el Garden Bridge de Heatherwick sería el último que se construiría después del Puente del Milenio, frente al Tate Modern Museum.
El Garden Bridge será un importante enclave para el ecoturismo en Europa
A nivel paisajístico, la idea inicial de este megaproyecto turístico es crear un auténtico vergel flotante que hermane las dos orillas del río Támesis en una perfecta simbiosis natural con el paisaje, uniendo aquellos dos puntos tan lejanos y aparentemente distantes. Visualmente, la importancia residirá en el jardín por encima de la estructura del puente, de tal forma que discurrirá como un liviano río verde entre las dos orillas londinenses.
Manteniendo las zonas verdes como seña de identidad, Londres se ha lanzado a hacer realidad este proyecto, cuya idea original fue de la actriz británica Joanna Lunley, que allá por el año 2012 ya imaginaba un jardín sobre el Támesis donde sólo se oyera el cantar de los pájaros, y donde los coches junto con el mundano ruido de la ciudad quedaran reducidos a un segundo plano. Esta idea entusiasmó a Heatherwick, animándole a materializar su sueño y dar forma a este nuevo jardín de sensaciones.
Así pues, el turismo sostenible comienza a consolidarse en las grandes capitales europeas, pues gracias a iniciativas como ésta se contribuirá a fomentar la reducción del tráfico, motivando la creación de más espacios verdes que mitiguen la contaminación y actúen en favor del desarrollo sostenible.
Por todo ello, a partir del 2018 tendremos que dibujar en Londres un nuevo skyline gracias a este nuevo pulmón que llenará la capital de colores, olores y sensaciones auténticas y experienciales.
Nota del Autor: Siendo un proyecto increíblemente bello, de momento no ha conseguido llevarse a cabo después de una inversión pública muy importante así como por problemas entre las administraciones. Esperemos que finalmente Londrés pueda tener su «Garden Bridge»:
[…] son proyectos, pero nos gusta de vez en cuando compartirlos con nuestros lectores, como hicimos con Garden Bridge, por que creemos que marcan tendencias de creación de significado que muchos de vosotros […]