Spa & Wellness en esta insólita playa termal de Nueva Zelanda

Nueva Zelanda, un emodestination que va más allá de sus escenarios cinematográficos, sus impresionantes paisajes, y su pasión por el rugby con los All Blacks. Ahora también nos sorprende con experiencias únicas y memorables en el sector del Spa & Wellness.

Pocos lugares en el mundo despiertan tanta curiosidad como Hot Water Beach, una playa geotérmica que se ha convertido en uno de los mayores atractivos turísticos de la península de Coromandel, en la costa noroccidental de la isla norte, concretamente en la región de Waikato. La peculiaridad de Hot Water Beach no es otra que ser la única en el mundo bañada íntegramente por aguas termales, cuya temperatura puede alcanzar hasta los 64 grados de temperatura.

Playa termal Nueva Zelanda

Considerada recientemente como una de las 10 mejores playas del mundo por la Guía Lonely Planet, la existencia de 2 fuentes de aguas termales subterráneas hace de esta insólita playa un auténtico balneario natural. Para hacer salir esta agua a la superficie, los visitantes excavan pequeños hoyos en la arena y esperan que suba la marea, disfrutando así de un relajante baño sumidos en el más profundo relax neozelandés. Pequeñas piscinas calientes inundan el paisaje de la costa de Hot Water Beach de viajeros deseando gozar de los saludables beneficios de estos spas improvisados en aguas neozelandesas.

Este singular fenómeno de turismo de salud, spa y wellness sólo puede darse en las dos horas previas y posteriores a la bajamar, cuya popularidad ha crecido tanto que ya es normal ver a cientos de visitantes preparados con sus cubos y palas esperando el momento para cavar sus piscinas y sumergirse en sus propios spas a fin de disfrutar de relajarse envueltos en aquellas aguas termales. Después de esta experiencia de Wellness en plena naturaleza, las piscinas excavadas en la arena se disuelven por el arrastre de la marea y la playa queda lista para la siguiente oleada de visitantes.

No obstante, cabe destacar que esta experiencia también tiene sus riesgos, ya que la zona se encuentra a una muy corta distancia de donde rompen las olas y la fuerza del agua provoca peligrosas corrientes en determinados momentos. En este sentido, no es recomendable acercarse demasiado a estas zonas limítrofes ya que es fácil que la marea acabe arrastrando todo lo que encuentra a su paso. El mejor consejo para los visitantes es mantenerse a una distancia prudencial del punto de rompimiento de las olas, y relajarse en sus propios jacuzzis naturales disfrutando del placer reconfortante de las aguas neozelandesas de Hot Water Beach en mitad del océano pacífico.

Aun así, cabe destacar la autenticidad y la alta carga de emociones que este producto turístico experiencial único en el mundo ha sido capaz de transmitir al viajero, vinculándose emocionalmente con él, y haciéndole partícipe de la experiencia al ser el mismo visitante quien construya su propio spa y tenga un papel activo en el disfrute de esta increíble y singular playa neozelandesa. Un gran ejemplo de cómo en este storytelling, el viajero experiencial pasa de ser espectador, para convertirse en creador de su propia historia en el emodestination.