Naoshima, la meca de la arquitectura moderna.Turismo y Arquitectura en Japón

Japón. Un emodestination único, insólito, que combina en una deliciosa armonía la modernidad y el progreso con una milenaria tradición. En un lugar donde ya apenas hay espacio por desnaturalizar, en Destinos Experienciales os desvelamos Naoshima, también conocida como la Isla de Tadao.

En el interior del mar de Seto, conviven la naturaleza con el arte y la arquitectura, en un espacio único y pasando prácticamente desapercibido para la mayoría de los viajeros. Alejada del turismo tradicional, la experiencia de conocer este lugar es algo singular, lleno de sensorialidad y emocionas místicas, una visita imprescindible para los amantes del arte en todas sus perspectivas. Podríamos decir que Naoshima es un lugar alejado del mundo, que eleva el pensamiento a dimensiones inimaginables, aunque mostrando un arte caprichoso apto únicamente para el que acostumbra a nadar en yenes.

Naoshima museos

La historia de Naoshima como emodestination comenzó hace ya 25 años, cuando la empresa Benesse Holdings se fijó en esta bella y solitaria isla de pescadores, que aún conservaba sus típicas casas de madera y un estilo de vida tradicional e íntimamente ligado a la naturaleza. Con la firme convicción de que la cultura y la ética configuran un país donde la economía ha de estar al servicio de la cultura, germinó un arriesgado proyecto que, bajo el nombre de Benesse Art Site Naoshima, pretendía aunar arquitectura y naturaleza en un único y asombroso lugar donde cada rincón llama al silencio interior, elevando el arte a su máximo esplendor.

Pero este camino no lo emprendió solo, sino que se sirvió de la colaboración del arquitecto japonés Tadao Ando, nacido en Osaka en 1941 y de formación autodidacta, aunque por aquel entonces ya había realizado sus más célebres obras. Estas dos vertientes se unieron redescubriendo la luz en todos y cada uno de sus espacios, construyendo un mundo lleno de innovación y genialidad, colmado de belleza y obra maestra de la arquitectura moderna.

El primer edificio del proyecto de Benesse y Tadao se levantó en 1992, y se trataba del famoso Benesse House Museum, un museo en el que también te puedes alojar, porque el arte no podía ser un lugar de paso en Naoshima. Tal era el nivel de integración de la arquitectura en el espacio natural que, para evitar el efecto negativo sobre el paisaje, la mitad de este Museo-Hotel, hecho de geometrías puras, se encuentra bajo tierra. Perfeccionismo y atención a los detalles hacen que puedas dormir junto a auténticas obras de Andy Warhol, Claude Monet, Jasper Johns, Hiroshi Sugimoti, James Turrel o Richard long, entre otros.

A partir de aquí, Benesse Art Site Naoshima ya era una realidad. Era el principio de una historia que continuó con la ampliación del hotel bajo el nombre de Benesse House Oval, un edificio anexo que se comunica con el principal a través de un monorraíl que discurre por la elevada pendiente y que sigue la misma metodología que el anterior, estando semienterrado para no perturbar el paisaje de la isla. A su vez, cuenta con un estanque elíptico que va reflejando en su superficie diferentes condiciones climáticas, dando muestra de la encantadora fijación japonesa por el paso del tiempo y el discurrir de las estaciones.Benesse House Museum

Pero sin duda, uno de los elementos más característicos del complejo Benesse Art Site Naoshima es la famosa calabaza amarilla, una extravagante escultura creada por Yayoi Kusama en fibra de vidrio que ha creado furor como elemento central del merchandising de la isla.

También, resalta sobremanera el hecho de albergar Naoshima el primer Museo con salas especialmente diseñadas para albergar obras concretas. En efecto, la sala Minamidera fue concebida por Tadao Ando ex profeso para una obra de James Turrell para exhibir Backside of the moon. De esta forma, la obra se disfruta de una manera única y experiencial, casi mística, en consonancia con la luz, el eje de la arquitectura de Tadao Ando.

Más tarde, en 2004 se erigió el Chichu Art Museum, concebido exclusivamente para exponer colecciones permanentes de James Turrell, Walter de María y Claude Monet. Espacios diferentes pero conectados entre sí por espacios de luz, que marcan la transición entre un artista y otro dando paso a la reflexión de su arte. El mundo real y el mundo propio recreado en Naoshima se comunican a través de auténticas obras maestras, con la singularidad de ver un Monet iluminado únicamente por luz natural, lo que hace que cada visita a la sala sea una experiencia diferente, según el clima y la estación el año.

De estilo más tradicional, también destacan los hoteles Benesse House Park y Benesse House Beach, el Museo Lee Ufan y, por último, finalizado hace apenas un año, se encuentra la última obra proyectada por Tadao Ando en Naoshima: el Ando Museum. Asimismo, los templos de Naoshima destacan por su simplicidad y genialidad, cuya arquitectura hace trascender la espiritualidad más allá de la propia religión. En definitiva, presente y pasado se unen en perfecta armonía creando un mundo de luz y naturaleza como nunca antes se había hecho. Una isla única que parece querer escapar del mundo, huir de la vida cotidiana y elevar el arte a su máximo exponente.