Jordania. El Camino de los Reyes.

En medio del desierto de Jordania, se abre paso una carretera de más de 5000 años de antigüedad que se desliza desde el cañón de Wadi Mujib hasta los enigmáticos mosaicos de Madaba, en una travesía insólita que atraviesa el legendario Monte Nebo donde se dice que está enterrado el propio Moisés, cuyo trayecto nos regala paisajes como la Reserva Natural de Dana y construcciones milenarias como el Castillo de Karak. Esta ruta experiencial cuna de infinidad de emodestinations se hace llamar “El Camino de los Reyes”.

Ésta era la ruta de las antiguas caravanas que bajaban desde Damasco y que recorrían las arboladas tierras altas de Moab y Edom, pasado por Aman, el Mar Muerto y las estepas de Wadi Rum con destino al puerto de Aqaba, donde embarcaban sus mercancías. Un viaje de 350 kilómetros a través del tiempo y de la historia que no deja indiferente a nadie.

Pocas cosas hay tan auténticas y memorables que lugares por donde residen tesoros de hace miles de años, pisar las huellas de nuestros antepasados y contemplar la inmensidad del desierto en esta impresionante experiencia. Comenzando en el norte, nos encontramos en Madaba, donde no podemos dejar de visitar sus misteriosos mosaicos de la era omeya y bizantina, que se extienden a lo largo de todo el suelo de la iglesia ortodoxa de San Jorge dibujando el mapa de Jerusalén y Tierra Santa tal y como se concebían en el S.VI.

mosáico de Mandaba

A escasos 10 kilómetros de distancia hallamos el Monte Nebo, donde reside el cuerpo del personaje bíblico Moisés y es por ello el lugar santo más venerado de Jordania. El profeta descansa en una basílica del S.IV, que se erige sobre la meseta de Transjordania y desde donde se puede vislumbrar un paisaje que despierta tus más íntimas y místicas emociones. Divisando el Mar Muerto y el Desierto de Judá al sur; el Valle del Jordán al oeste y las montañas de Judea y Samaria, todo ello supone una experiencia auténtica que va más allá del sentimiento religioso, abrazando una cultura milenaria que ha marcado toda una era hasta nuestros días.

Monte Nebo Camino de los Reyes

Continuando hacia el sur, nos encontramos el cañón de Wadi Mujib, que con abismo de un kilómetro de profundidad y cuatro de envergadura, alberga en sus alrededores hermosos paisajes de olivares, alamedas y las típicas aldeas rurales de la región, por donde a veces parece no haber pasado el tiempo y que amenizan el Camino de los Reyes hasta Karak, ciudad conocida por su castillo de los Cruzados. Esta impresionante fortaleza, situada a 900 metros sobre el nivel del mar, impone una majestuosidad que no deja lugar a dudas cuando descubres su papel decisivo para el destino de antiguas naciones y reyes.

Y para terminar, no hay nada mejor que Dana, un sinfín de frondosas montañas, dunas de arena e imponentes desiertos que se mezclan en esta Reserva de la Biosfera,  y que alberga también las ruinas de Feynan y los acantilados de arenisca de Wadi Dana. Todo ello dado a conocer por los nativos del lugar, que habitan este territorio dese hace más de 400 años.

Desde Destinos Experienciales nos asombramos una vez más de cómo un emodestination es capaz de despertar tal cantidad de emociones diferentes en cada persona, en un recorrido en busca de la Tierra Prometida siguiendo los pasos de Moisés y atravesando un país como Jordania desde una perspectiva única y experiencial, en una encrucijada atemporal de caminos, civilizaciones e historia.

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