Cuando pensamos en Nueva York, la primera imagen que se nos viene a la cabeza suele ser su impresionante skyline, sus ruidosas avenidas y el ritmo desenfrenado que derrocha ese inconfundible aire cosmopolita de una de las ciudades más experienciales del mundo.
¿Unas termas romanas o «Ancient Baths» en Nueva York?
Pero a partir de ahora tenemos que cambiar nuestra perspectiva, y darnos cuenta de que esta increíble ciudad también esconde lugares donde poder relajarse y olvidarse del mundo exterior. Nos referimos en esta ocasión al Aire Ancient Baths, un spa ubicado en pleno corazón de Manhattan (88 Franklin Street), concretamente en el Barrio de Tribeca, inspirado en los antiguos baños romanos.
Conviene seguir un ritual específico para que tu experiencia en este spa newyorkino sea lo más auténtica posible. Así, comenzando por el Tepidarium (piscina de agua templada) después se pasa al Caldarium (piscina de agua caliente) y a continuación al Lanconicum (piscina de agua a alta temperatura) para terminar en el Frigidarium (piscina de agua helada). Este itinerario se recomienda repetirlo 4 veces, antes de relajarte en sus baños propulsores de chorros, en su piscina de agua salada, en las sesiones termales o en el baño de vapor. Y finalmente, para completar tu experiencia de relax urbano, no hay mejor forma de terminar el día en el Aire Ancient Baths que disfrutando de alguno de sus servicios de masaje y tratamientos exclusivos, que van desde el ritual del vino tinto hasta el keral, pasando por el cava y el tratamiento de aceite de oliva.
Hacer algo fuera de lo habitual ya es posible en Nueva York, y todo gracias a la empresa española Aire Ancient Baths, quienes han sabido conjugar a la perfección el estilo neoyorquino con el relax del spa y los baños romanos. Recuperando un edificio histórico en un sótano que anteriormente fue una fábrica textil, los arquitectos y decoradores han mantenido el interior, aprovechando los espacios abiertos y los altos techos para crear una galería de arte que mezcla el estilo Neo-griego, de majestuosas columnas, cerámicas y mármoles, con un estilo industrial de lámparas de cristal y tuberías. Todo ello rescatando parte del antiguo mobiliario y dando origen a una atmósfera que rescata las tradiciones de los árabes y romanos en un auténtico remanso de emociones iluminado sólo por la luz de las velas muy cerca de la Gran Manzana.
El sector del Spa & Wellness ha conseguido colarse en el mundano ruido de Nueva York, enlazando en estrés urbano con el relax más cosmopolita en un espacio único de la mano del equipo de Aire y los arquitectos Luis Alonso y Balaguer. Así, a los locales de la cadena ya existentes en Almería, Sevilla y Barcelona, se une un nuevo concepto inexistente hasta el momento en Nueva York, y cuyo éxito ha generado largas listas de espera desde su apertura el pasado mes de mayo.
La mejor opción para hacer algo diferente en Nueva York y lograr una vía de escape en la ciudad que nunca duerme.
La cadena sigue creciendo y aquí os presentamos las fotos de sus nuevas instalaciones en Chicago:
Se trata del Flotarium, o baño salado simulando la experiencia del Mar Muerto, un buen final con un concepto «experiencial» que es recrear arquetipos universales que todo el mundo tiene en su imaginación como flotar en el Mar Muerto gracias a la salinidad extrema de sus aguas.
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